viernes, marzo 31, 2006

001

Clausura del Congreso eucarístico italiano: "En Abitina, pequeña localidad de la actual Túnez, 49 cristianos fueron sorprendidos un domingo mientras, reunidos en la casa de Octavio Félix, celebraban la Eucaristía desafiando así las prohibiciones imperiales. Tras ser arrestados fueron llevados a Cartago para ser interrogados por el procónsul Anulino. Fue significativa, entre otras, la respuesta que un cierto Emérito dio al procónsul que le preguntaba por qué habían transgredido la severa orden del emperador. Respondió: 'Sine dominico non possumus'; es decir, sin reunirnos en asamblea el domingo para celebrar la Eucaristía no podemos vivir. Nos faltarían las fuerzas para afrontar las dificultades diarias y no sucumbir. Después de atroces torturas, estos 49 mártires de Abitina fueron asesinados. Así, con la efusión de la sangre, confirmaron su fe. Murieron, pero vencieron; ahora los recordamos en la gloria de Cristo resucitado. "

jueves, marzo 30, 2006

002

La vida consagrada es un don a la Iglesia

3. La presencia universal de la vida consagrada y el carácter evangélico de su testimonio muestran con toda evidencia —si es que fuera necesario— que no es una realidad aislada y marginal, sino que abarca a toda la Iglesia. Los Obispos en el Sínodo lo han confirmado muchas veces: « de re nostra agitur », « es algo que nos afecta ».En realidad, la vida consagrada está en el corazón mismo de la Iglesia como elemento decisivo para su misión, ya que « indica la naturaleza íntima de la vocación cristiana »y la aspiración de toda la Iglesia Esposa hacia la unión con el único Esposo.En el Sínodo se ha afirmado en varias ocasiones que la vida consagrada no sólo ha desempeñado en el pasado un papel de ayuda y apoyo a la Iglesia, sino que es un don precioso y necesario también para el presente y el futuro del Pueblo de Dios, porque pertenece íntimamente a su vida, a su santidad y a su misión. Las dificultades actuales, que no pocos Institutos encuentran en algunas regiones del mundo, no deben inducir a suscitar dudas sobre el hecho de que la profesión de los consejos evangélicos sea parte integrante de la vida de la Iglesia, a la que aporta un precioso impulso hacia una mayor coherencia evangélica.Podrá haber históricamente una ulterior variedad de formas, pero no cambiará la sustancia de una opción que se manifiesta en el radicalismo del don de sí mismo por amor al Señor Jesús y, en El, a cada miembro de la familia humana. Con esta certeza, que ha animado a innumerables personas a lo largo de los siglos, el pueblo cristiano continúa contando, consciente de que podrá obtener de la aportación de estas almas generosas un apoyo valiosísimo en su camino hacia la patria del cielo.

miércoles, marzo 29, 2006

003

En el lenguaje de la Escritura la relación Esposo-Esposa es empleada para expresar el amor de Dios hacia Israel (en el Antiguo Testamento). En el Nuevo Testamento, ese mismo lenguaje es atribuído a Jesús como Esposo de la Iglesia, es decir, de todos los cristianos. Con ello se indica la donación completa de Jesucristo a todo el género humano mediante la Encarnación, mediante la Cruz y mediante la Eucaristía. La donación esponsalicia es sinónimo de totalidad, de exclusividad, por parte de quien se da al otro sin reservarse nada para sí mismo.

Jesús mismo emplea este lenguaje cuando señala que “hay quienes se hicieron eunucos por amor al reino de los cielos” (Mt 19, 12). Sólo Jesús virgen y totalmente entregado a la redención de la humanidad puede establecer esa exigencia de entrega de un corazón indiviso a algunos de sus seguidores. Con esta actitud Jesús jamás despreció al matrimonio, sino que, más bien, lo restauró a su dignidad originaria señalando su origen divino y su indisolubilidad: “lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre” (Mt 19, 6).

Juan el Bautista, que fue también célibe, se declara a sí mismo como “el amigo del Esposo”, es decir de Cristo, que “es el Esposo”, cuya voz es oída por el amigo y se alegra por ello. De este modo rechaza con energía la posibilidad de que los judíos lo confundan con el Mesías esperado. Él se limita a preparar al pueblo elegido y a señalarle quien es el Mesías, es decir Jesús el Cristo.

San Pablo (1 Co 7) vive su celibato apostólico como un “don” que no quiere imponer a los demás pero “me gustaría que todos los hombres fueran como yo” (v. 6). En la primera literatura cristiana aparecen como una consecuencia de la radicalidad cristiana hombres y mujeres que viven en celibato o virginidad para estar definitivamente unidos a Cristo. Esta es la razón por la cual fue afirmándose como algo sumamente conveniente el celibato de los presbíteros y obispos. Aunque actualmente la legislación eclesiástica tenga matices distintos según los ritos, hay una coincidencia de valorar como algo muy positivo el celibato sacerdotal.

El mismo San Pablo desarrolla con gran profundidad la relación esponsalicia entre Cristo y su Iglesia. San Juan, Apóstol tambien virgen, en el Apocalipsis dsecribe a la Iglesia, como “esposa engalanada que baja del cielo”. El último versículo de ese libro sagrado relata cómo “el Espíritu y la Esposa dicen ¡ven, Señor Jesús!”. Con ello se concluye la Sagrada Escritura a la espera del cumplimiento de ese encuentro entre Cristo que vuelve glorioso y la Iglesia que le sale al encuentro.

domingo, marzo 26, 2006

004

Una serie de escritores cristianos emprenden en los siglos II y III la tarea de dar a conocer la realidad cotidiana de la vida de los cristianos. Se llaman "los Padres apologetas". Cito algunos párrafos de la "Epístola a Diogneto" (s. II), de autor desconocido, que intenta desmontar las ficciones que propalaron autores paganos, precursores del actual Da Brown y su Código da Vinci.
«los cristianos moran en la tierra y son ciudadanos del cielo»

«No se distinguen de los demás hombres ni por su país, ni por su lengua, ni por sus vestidos... viven conforme a los usos locales en cuanto a los vestidos, el alimento y la forma de vida, manifestando al mismo tiempo las leyes extraordinarias y verdaderamente paradójicas de su ciudadanía espiritual»

«Los cristianos son en el mundo lo que el alma en el cuerpo. El alma se encuentra esparcida por todos los miembros del cuerpo, como los cristianos por todas las ciudades del mundo»

(Epístola a Diogneto, siglo II)

.

sábado, marzo 25, 2006

005


Palestina en tiempos de Jesús

Datos geográficos e históricos básicos

En el siglo I, Palestina estaba compuesta por las regiones de Judea,Samaria,Galilea y Perea (algunos incluyen también Idumea).

La vida pública de Jesús transcurre fundamentalmente en Galilea (con centro en Cafarnaúm) y en Judea (con centro en Jerusalén).

Los habitantes de Judea eran los más celosos conservadores de la pureza de la religión (al menos, en lo exterior). No consideraban judíos (es decir, hermanos de religión) a los samaritanos [nota]; toleraban a los galileos, si bien los consideraban gente ignorante (algo así como provincianos) y no del todo puros. En Jerusalén se encontraba el Templo, corazón de la religión judía. También en Judea se encuentran Belén (pueblo de nacimiento de Jesús) y Betania (donde frecuentaba la casa de Lázaro, María y Marta).

Galilea, al oeste del Mar de Galilea (también llamado Lago de Genesareth o Mar de Tiberíades), era una región cosmopolita, con mucha actividad comercial. En esta región, en Nazareth, se crió Jesús, y los bellos alrededores del lago fueron una zona muy frecuentada en sus predicaciones. Cafarnaúm, pueblo pesquero, que vivió un breve perído de auge comercial para luego desaparecer por completo, fue una especie de cuartel de operaciones de Cristo, en sus frecuentes excursiones por la región galilea.

Situación política y social

Toda la región de Palestina estaba bajo el dominio de los romanos, si bien el régimen era variable: en el mejor de los casos, había un "rey", supuestamente judío, títere de Roma; si no, se designaba designaba directamente un gobernador (o procurador) romano. En todos los casos, eran gobernantes crueles y los judíos los odiaban profundamente, como así también a los publicanos, recaudadores de impuestos para los romanos. Abundaban los grupos que buscaban la manera de liberarse del yugo romano y las revueltas eran frecuentes.

Cuando nació Jesús, gobernaba el "rey" Herodes el grande, de origen idumeo. A su muerte, su hijo Herodes Antipas dominó Galilea y Perea; a sus hermanos Filipo y Arquelao les correspondió Iturea y Judea-Samaria respectivamente. Pero Arquelao fue después removido por Roma, que designó un procurador romano: en tiempos de la vida pública de Jesús, era Poncio Pilatos.

La situación del pueblo judío era difícil no sólo por el problema político, sino también por el problema cultural: Grecia tenía una fuerte influencia en lo intelectual, y la conservación de las tradiciones y la pureza racial era dificultada por la mezcla de pueblos.

El pueblo usaba el idioma arameo; muchos conocían el griego vulgar (koine) y algunos el latín. El idioma hebreo sólo era conocido por el estamento sacerdotal.

Nota:
Despúes de la edad de oro (reyes David y Salomón, año 1000 AC), el pueblo judío se dividió en en dos reinos: Judá al sur (capital: Jerusalén) e Israel (capital: Samaria) al norte. Cada reino sufrió el exilio en distintas ocasiones (a manos de los babilonios y los asirios), pero los habitantes de Judá lograron reestablecerse sin mezclarse con las otras razas; en cambio, en el reino del norte (que vendría a llamarse Samaria) se unieron con otros pueblos a la vuelta del exilio. Esto provocó el escándalo de los judíos, que dejaron de considerar a los samaritanos como judíos auténticos; en represalia, los samaritanos dejaron de considerar obligatoria la asistencia al templo de Jerusalén, construyendo su propio templo. En el siglo I, "israelita" es ya sinónimo de "judío" y la ruptura entre los dos pueblos es completa.

viernes, marzo 24, 2006

006

El Misterio eucarístico –sacrificio, presencia, banquete –no consiente reducciones ni instrumentalizaciones; debe ser vivido en su integridad, sea durante la celebración, sea en el íntimo coloquio con Jesús apenas recibido en la comunión, sea durante la adoración eucarística fuera de la Misa. Entonces es cuando se construye firmemente la Iglesia y se expresa realmente lo que es: una, santa, católica y apostólica; pueblo, templo y familia de Dios; cuerpo y esposa de Cristo, animada por el Espíritu Santo; sacramento universal de salvación y comunión jerárquicamente estructurada

(Juan Pablo II: Carta Ecclesia de Eucharistia, n. 61)

lunes, marzo 13, 2006

015

Cronología de la Cristiandad

Año -Acontecimientos
-63 Pompeyo conquista Jerusalén. Nace Augusto
-40 Virgilio escribe la "Cuarta Egloga"
-37 Herodes captura Jerusalén
-20 Herodes comienza la construcción del segundo templo
-6 Nace Jesús el Cristo
-4 Muerte de Herodes
-4 a 39 Herodes Antipas tetrarca de Galilea
6 Judea se convierte en una provincia romana
19 Los judíos son expulsados de Roma
26 Ministerio de Juan Bautista
27-30 Ministerio de Jesús
30 Crucifixión de Jesús
35 Martirio de Esteban. Conversión de Pablo
38 Revueltas contra los judíos en Alejandría
40-45 Simón el Mago en Samaria
42 Martirio de Santiago
46-48 Pablo y Bernabé misioneros entre los gentiles
48 Concilio de Jerusalén
49-58 Actividad misionera de Pablo
49 Los judíos son expulsados de Roma
50-62 Epístolas de Pablo a las iglesias
53-56 Pablo en Éfeso
60-62 Pablo en Roma
63 Pedro en Roma
64 Persecución de Nerón
65-70 Epístolas pastorales
70 Caída de Jerusalén
75 "Guerra Judía" de Josefo
75-80 Forma final de los evangelios sinópticos
80-90 Epístola a los Hebreos
81-96 Culto al emperador bajo Domiciano
85-95 Epístolas Católicas
90 Evangelio de Juan. Epístolas de Juan
93 "Antigüedades Judías" de Josefo
95 Persecución de Donaciano. Apocalipsis de Juan
100-120 II Epístola de Pedro
100 Carta I de Clemente. Didaché. Evangelio de Tomás
107 Cartas de Ignacio
108 Epístola de Policarpo a los Filipenses
112-113 Correspondencia de Plinio con Trajano
115 Anales de Tácito
120 El Pastor de Hermas
125 Quadrato, primer apologista cristiano
130 Barnabás. Conversión de Justino mártir
130-180 Escuela gnóstica alejandrina
140-160 Marción fluorit
143 "Contradicciones..." de Marción
144 Marción es expulsado de la comunidad romana
154-155 Fecha de la Natividad (coincidente con el natalicio de Mitra)
171-180 "Meditaciones" de Marco Aurelio
177-180 "Suplicaciones por los Cristianos" de Atenágoras
178 "La verdadera razón" de Celso. Ireneo obispo de Lyon
180 Escuela catequística de Alejandría
180-200 floruit Clemente de Alejandría
185 "Contra las Herejías" de Ireneo
189 Primer papa de lengua latina (Víctor)
190 "Stromata" de Clemente de Alejandría
190-220 floruit Tertuliano
195 Tertuliano se convierte al Cristianismo
197 "Apología" de Tertuliano. Persecuciones esporádicas en Cartago
200-220 Tertuliano escribre contra paganos, gnósticos y marcionitas
202 Persecuciones en Africa del Norte. Clemente abandona Alejandría
203 Orígenes al frente de la Escuela Catequética de Alejandría
207-220 Escritos montanistas de Tertuliano
207 Tertuliano se declara montanista, escribe "Contra Marción"
215-219 Orígenes abandona Alejandría
216 Nace Mani en las vecindades de Basra
220 Concilio de Cartago (rebaptismo)
225-230 Escritos de Orígenes, deja Alejandría por Cesárea
233-244 Plotino se establece en Alejandría
235 Persecución contra los jefes cristianos
236 Persecución en Capadocia
240 Mani predica en Persia
247 Milenio de la fundación de Roma
248 Pogrom anticristiano en Alejandría
250-251 Cipriano huye de Cartago
250 Persecución: obligación de sacrificar a los dioses (libelli)
251 El concilio reinstala a Cipriano: el problema de los lapsos
251 "Sobre la Unidad de la Iglesia Católica" de Cipriano. Cisma de Novaciano
254 Muerte de Orígenes
255-257 Controversia sobre el rebautismo
257-260 Persecución de Valeriano

domingo, marzo 12, 2006

016

Clemente Romano

Obispo de Roma, cuarto sucesor de Pedro, escribe a finales del siglo I la Carta a los Corintios que comienza con estas palabras: “La Iglesia de Dios que peregrina en Roma a la Iglesia de Dios que peregrina en Corinto”. El motivo de esta Carta es la situación de cisma y de rebeldía que había roto la unidad dentro de la comunidad cristiana de Corinto. Parte del clero más joven había depuesto de sus cargos a quienes legítimamente presidían la iglesia local.

Selección de textos:

Éste es el camino, amados, en el que hemos encontrado nuestra salvación, Jesucristo, el sumo sacerdote de nuestras ofrendas, el defensor y socorro de nuestra debilidad. Por Él fijamos nuestra mirada en las alturas de los cielos, por Él miramos como en un espejo el aspecto inmaculado y poderosísimo de Dios; por Él se han abierto los ojos de nuestro corazón; por Él nuestro pensamiento necio y obscurecido florece a la luz; por Él quiso el Señor que gustásemos del conocimiento inmortal, pues Él siendo resplandor de su grandeza, es tanto mejor que los ángeles cuanto que ha heredado un nombre más excelente (Carta de Clemente a los Corintios, XXXVI, 1-2. Editorial Ciudad Nueva, Madrid, 1994).

Los Apóstoles nos anunciaron el Evangelio de parte del Señor Jesucristo: Jesucristo fue enviado de parte de Dios. Así pues, Cristo de parte de Dios, y los Apóstoles de parte de Cristo. Los dos envíos fueron ordenados conforme a la voluntad de Dios. Por tanto, después de recibir el mandato, plenamente convencidos por la resurrección de nuestro Señor Jesucristo y confiados en la Palabra de Dios, con la certeza del Espíritu Santo partieron para evangelizar que el Reino de Dios iba a llegar. Consiguientemente, predicando por comarcas y ciudades establecían sus primicias, después de haberlos probado por el Espíritu para obispos y diáconos de los que iban a creer. Pero esto no era nuevo, pues acerca de los obispos y diáconos se escribió hace mucho tiempo. Pues en algún lugar de la Escritura se dice así: “Estableceré a sus obispos en justicia y a sus diáconos en fe” (o.c., XLII, 1-5).

Así pues no consideramos justo que sean arrojados de su ministerio los que fueron establecidos por aquellos (los Apóstoles) o, después, por otros insignes hombres con la conformidad de toda la iglesia y que sirven irreprochablemente al pequeño rebaño de Cristo, con humildad, callada y distinguidamente, alabados durante mucho tiempo por todos (o.c., XLIV, 3).

Hermanos, sed porfiados y celosos respecto a lo que conviene a la salvación. Os habéis inclinado sobre las Sagradas Escrituras, las verdaderas, las inspiradas por el Espíritu Santo (o.c., XLV, 1-2).

viernes, marzo 10, 2006

jueves, marzo 09, 2006

019

Ignacio de Antioquía

San Ignacio fue obispo de Antioquía, la primera ciudad en que los seguidores de Cristo empezaron a llamarse "cristianos". La tradición señala que fue un discípulo de San Juan Evangelista. Por 40 años estuvo como obispo ejemplar de Antioquía que, después de Roma, era la ciudad más importante para los cristianos, porque tenía el mayor número de creyentes.

El emperador Trajano mandó a encarcelaran a todos los que no adoraran a los falsos dioses de los paganos. Como San Ignacio se negó a adorar esos ídolos, fue llevado preso. El emperador ordenó que Ignacio fuera llevado a Roma y echado a las fieras para diversión del pueblo.

Encadenado fue llevado preso en un barco desde Antioquía hasta Roma en un largo y penosísimo viaje, durante el cual el santo escribió siete cartas que se han hecho famosas, las cuales iban dirigidas a las Iglesias de Asia Menor. Su muerte se data alrededor del año 107.

Viaje de Ignacio de Antioquía hasta Roma




Antología de textos

Por esto debéis estar acordes con el sentir de vuestro obispo, como ya lo hacéis. Y en cuanto a vuestro colegio presbiteral, digno de Dios y del nombre que lleva, está armonizado con vuestro obispo como las cuerdas de una lira. Este vuestro acuerdo y concordia en el amor es como un himno a Jesucristo. Procurad todos vosotros formar parte de este coro, de modo que, por vuestra unión y concordia en el amor, seáis como una melodía que se eleva a una sola voz por Jesucristo al Padre, para que os escuche y os reconozca, por vuestras buenas obras, como miembros de su Hijo. Os conviene, por tanto, manteneros en una unidad perfecta, para que seáis siempre partícipes de Dios. [Carta a los Efesios, 2, 2-5, 2: Funk 1,175-177)]

Procurad reuniros con más frecuencia para celebrar la acción de gracias y la alabanza divina. Cuando os reunís con frecuencia en un mismo lugar, se debilita el poder de Satanás, y la concordia de vuestra fe le impide causaros mal alguno. Nada mejor que la paz, que pone fin a toda discordia en el cielo y en la tierra. [Carta a los Efesios ,13-18,1: Funk 1,183-187)]

Ignacio, por sobrenombre Teóforo, es decir, Portador de Dios, a la Iglesia que ha alcanzado misericordia por la majestad del Padre altísimo y de Jesucristo, su Hijo único; a la Iglesia amada e iluminada por la voluntad de aquel que ha querido todo lo que existe, según la caridad de Jesucristo, nuestro Dios; Iglesia, además, que preside en el territorio de los romanos, digna de Dios; digna de honor, digna de ser llamada dichosa, digna de alabanza, digna de alcanzar sus deseos, de una loabIe integridad, y que preside a todos los congregados en la caridad, que guarda la ley de Cristo, que está adornada con el nombre del Padre: para ella mi saludo en el nombre de Jesucristo, Hijo del Padre. Y a los que están adheridos en cuerpo y alma a todos sus preceptos, constantemente llenos de la gracia de Dios y exentos de cualquier tinte extraño, les deseo una grande y completa felicidad en Jesucristo, nuestro Dios.
[Carta a los Romanos, 1, 1-2, 2: Funk l, 213 215)]

Yo voy escribiendo a todas las Iglesias, y a todas les encarezco lo mismo: que moriré de buena gana por Dios, con tal que vosotros no me lo impidáis. Os lo pido por favor: no me demostréis una benevolencia inoportuna. Dejad que sea pasto de las fieras, ya que ello me hará posible alcanzar a Dios. Soy trigo dé Dios y he de ser molido por los dientes de las fieras, para llegar a ser pan limpio de Cristo. [Carta a los Romanos, 3,1-5, 3: Funk 1, 215-219)]

Porque os escribo en vida, pero deseando morir. Mi amor está crucificado y ya no queda en mí el fuego de los deseos terrenos; únicamente siento en mi interior la voz de una agua viva que me habla y me dice: "Ven al Padre". No encuentro ya deleite en el alimento material ni en los placeres de este mundo. Lo que deseo es el pan de Dios, que es la carne de Jesucristo, de la descendencia de David, y la bebida de su sangre, que es la caridad incorruptible. [Carta a los Romanos , 6,1-9, 3: Funk 1, 219-223)]

Ahora bien, las cosas están tocando a su término, y se nos proponen juntamente estas dos cosas: la muerte y la vida, y cada uno irá a su propio lugar. Es como si se tratara de dos monedas, una de Dios y otra del mundo, que llevan cada una grabado su propio cuño: los incrédulos el de este mundo, y los que han permanecido fieles por la caridad, el cuño de Dios Padre, grabado por Jesucristo. Y si no estamos dispuestos a morir por él, para imitar su pasión, tampoco tendremos su vida en nosotros. [Carta a los Magnesios, 1,1-5, 2: Funk 1,191-195)]

Por consiguiente, a la manera que el Señor nada hizo sin contar con su Padre, ya que formaba una sola cosa con él -nada, digo, ni por sí mismo ni por sus apóstoles-, así también vosotros, nada hagáis sin contar con vuestro obispo y con los presbíteros, ni tratéis de colorear como laudable algo que hagáis separadamente, sino que, reunidos en común, haya una sola oración, una sola esperanza en la caridad y en la santa alegría, ya que uno solo es Jesucristo, mejor que el cual nada existe. Corred todos a una como a un solo templo de Dios, como a un solo altar, a un solo Jesucristo que procede de un solo Padre que en un solo Padre estuvo y a él solo ha vuelto. [Carta a los Magnesios,. 6,1-9,2: Funk 1,195-199)]

Someteos a vuestro obispo, y también mutuamente unos a otros, así como Jesucristo está sometido, según la carne, a su Padre, y los apóstoles a Cristo y al Padre y al Espíritu, a fin de que entre vosotros haya unidad tanto corporal como espiritual. (Carta a los Magnesios, 10,1-15: Funk 1,199-203)]

Tapaos, pues, los oídos cuando oigáis hablar de cualquier cosa que no tenga como fundamento a Cristo Jesús, descendiente del linaje de David, hijo de María, que nació verdaderamente, que comió y bebió como hombre, que fue perseguido verdaderamente bajo Poncio Pilato y verdaderamente también fue crucificado y murió, en presencia de los moradores del cielo, de la tierra y del abismo y que resucitó verdaderamente de entre los muertos por el poder del Padre. Este mismo Dios Padre nos resucitará también a nosotros, que amamos a Jesucristo, a semejanza del mismo Jesucristo, sin el cual no tenemos la vida verdadera. [Carta a los Tralianos,. 8,1-9, 2; 11, 1-13, 3: Funk 1, 209-211)]

Procurad, pues, participar de la única eucaristía, porque una sola es la carne de nuestro Señor Jesucristo y uno solo el cáliz que nos une a su sangre; uno solo el altar y uno solo el obispo con el presbiterio y los diáconos, consiervos míos; mirad, pues, de hacerlo todo según Dios. [Carta a los Filadelfios, 1,1-2,1; 3, 2-5: Funk 1, 226-229)]

miércoles, marzo 08, 2006

Multimedia

Video de "Los primeros cristianos"

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Parte de un Video la Diócesis de Alcalá de Henares con motivo del Jubileo por los 1700 años de los Niños Mártires Justo y Pastor, martirizados en Complutum (actual Alcalá, bajo el Emperador Diocleciano, en el ano 403




Video con la historia del Martirio de San Esteban, clic aquí.

Vídeo con el martirio de San Pedro y San Pablo, clic aquí


Clip de un video con una entrevista al Profesor Varo sobre "El cuerpo de Jesús y la tumba vacía". Publicado en www.opusdei.es